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sábado, 18 de septiembre de 2010

TRATAMIENTOS DE LA ESQUIZOFRENIA-SALUD-VIDA Y BELLEZA

SALUD-VIDA Y BELLEZA

TRATAMIENTOS DE LA ESQUIZOFRENIA

El tratamiento farmacológico de la esquizofrenia es mediante medicamentos anti psicóticos para el control de los síntomas.

-Clozapina (Leponex®)
-Intervenciones psicológicas:
-Familia y entorno:
-Fármacos

Clozapina (Leponex®):A partir de los años cincuenta del siglo XX se produjo una auténtica revolución en el tratamiento de la esquizofrenia, el cual ha alcanzado tres hitos históricos: la introducción clínica de la clorpromazina; la síntesis y posterior utilización del haloperidol y, finalmente, el descubrimiento de la clozapina, un fármaco con características atípicas como antipsicótico, y su utilización en el tratamiento de la esquizofrenia...

La introducción de los dos primeros fármacos supuso un avance farmacológico de enormes consecuencias y no solamente permitió un abordaje selectivo y eficaz para los pacientes esquizofrénicos, sino que dio origen a la denominada era psicofarmacológica. Con el descubrimiento de las propiedades atípicas de la clozapina, este fármaco se convirtió en una referencia para el desarrollo de nuevos agentes antipsicóticos, más eficaces y seguros.
Intervenciones psicológicas:De forma complementaria, son muy importantes también las intervenciones psicológicas.

Entre éstas destacan las técnicas cognitivoconductuales, el entrenamiento en habilidades sociales, la psicoeducación de la familia, etc. Hay que intentar conseguir una conciencia aceptable de la enfermedad para facilitar el interés del paciente por mejorar diferentes aspectos entorno a la adaptación.
Familia y entorno:Cuando el paciente esquizofrénico presenta el primer episodio de la enfermedad suele estar conviviendo en el ámbito familiar. Es posible que los familiares hayan ido observando ciertos cambios en su comportamiento, que no saben a qué atribuir, de manera que es fácil que se sientan desconcertados e incluso atemorizados por la situación.

Tiene que existir una buena comunicación con los familiares para poder aportarles la información y la educación necesarias para que entiendan la enfermedad, y así compartir las necesidades del paciente para poder ayudarlo.

*En un primer momento, y para poder realizar una intervención precoz, es importante que cuando se observe que un familiar presenta conductas extrañas, dice incoherencias o tiende poco a poco al aislamiento, se consulte a un médico o a un especialista, a un centro de salud mental o a un hospital para poder valorar si podría ser el inicio de una patología psiquiátrica.
*Si un familiar es diagnosticado de esquizofrenia, pida información sobre la enfermedad a los profesionales y huya de «antiguos tabúes» y de informaciones tergiversadas.
*Deberían intentar evitarse en lo posible las situaciones de conflicto en la familia para reducir así los factores estresantes que influirían de forma contraproducente en la evolución del paciente. No es recomendable ni una sobreprotección excesiva ni una conducta pasiva ante el enfermo.
*Debe motivar al paciente para que tome la medicación y siga los controles psiquiátricos y psicológicos.
*Intente hacer un esfuerzo por entender lo que le pasa al enfermo y su comportamiento, sin recriminarle ni burlarse de él, ya que nadie es culpable de esta enfermedad.
*Al aparecer los síntomas psicóticos no se trata de darle la razón ni de negarle lo que está diciendo; hay que explicarle que entendemos cómo se siente y que por este motivo queremos ayudarle. Después sería importante contactar con su médico, o si el trastorno psiquiátrico del enfermo está muy descompensado, avisar al servicio de urgencias para que lo visiten rápidamente en un centro hospitalario.
*Las familias que logran ayudar con éxito al paciente son las que saben aceptar la enfermedad, con sus consecuencias, y la ayuda ofrecida. También desarrollan una esperanza realista para el paciente y para sí mismos, entendiendo que es posible hacer frente a la enfermedad y vencerla.

Fármacos:El tratamiento de la esquizofrenia incluye un conjunto de medidas farmacológicas y psicológicas y de recursos sociales que tienen la finalidad de actuar potenciándose unos a otros para lograr la remisión de los síntomas y la adaptación aceptable del enfermo en todos los ámbitos de la vida cotidiana.

En el primer momento de la fase aguda, el tratamiento es básicamente farmacológico. Los fármacos más utilizados son los antipsicóticos, que restablecen el equilibrio de algunos de los neurotransmisores alterados (por ejemplo, inhibir la acción de la dopamina bloqueando los receptores donde actúa). Entre los antipsicóticos pueden diferenciarse dos tipos:

Antipsicóticos típicos o clásicos y nuevos antipsicóticos o atípicos. Los nuevos fármacos antipsicóticos han mejorado las expectativas de eficacia del tratamiento, al disminuir los efectos secundarios.

En general, estos fármacos deben tomarse diariamente por vía oral. En la actualidad ya están disponibles nuevos antipsicóticos para su administración por vía intramuscular, como es el caso de la ziprasidona. Existen otros preparados farmacológicos, llamados depot, que se administran una vez cada 7-21 días por vía intramuscular.

Es muy importante que se mantenga la medicación incluso cuando el enfermo ha mejorado, ya que su abandono supone un aumento del riesgo de recaída.

En la década de los 50, Delay y Deniker introdujeron la clorpromazina como el primer antipsicótico para la práctica clínica. Tres décadas más tarde, Wagner visualizó in vivo mediante PET, los receptores sobre los que actúan los antipsicóticos.

Desde entonces, un campo primordial en la investigación de la esquizofrenia es el estudio de los receptores cerebrales mediante fármacos marcados que se acoplan selectivamente a los distintos tipos de receptores de la dopamina (D1 y D2), de la serotonina, de las benzodiacepinas, etc. ESTOS FÁRMACOS, DENOMINADOS RADIOFÁRMACOS, PERMITEN LA VISUALIZACIÓN DE LOS RECEPTORES NEURONALES UTILIZANDO EQUIPOS DE DIAGNÓSTICO POR LA IMAGEN PET y SPECT.

La mayoría de los estudios con PET se han centrado en los receptores D2. La implicación de estos receptores en la patología de la esquizofrenia se apoya en dos hechos:

· Es el mecanismo principal de los fármacos neurolépticos, que actúan bloqueando los receptores D2.

· Los estudios de receptores postmortem, que señalan un aumento de receptores D2 en pacientes esquizofrénicos.

Estos estudios tratan de cuantificar el número de receptores de la dopamina (D2) en las membranas neuronales.

En el momento actual existe discrepancia entre los distintos equipos de investigación.

Según la hipótesis clásica de la esquizofrenia, el bloqueo de receptores D2 es una característica esencial para que un fármaco neuroléptico tenga eficacia clínica. La potencia se relaciona con el grado de bloqueo D2.

Sin embargo, los antipsicóticos atípicos producen un menor bloqueo de los receptores D2 y esto tiene implicaciones en el tratamiento de la esquizofrenia, ya que pueden producirse menos efectos adversos.

La eficacia de los antipsicóticos atípicos implica además la participación de otros neuroreceptores, tales como determinados receptores de la serotonina y otros receptores de la dopamina distintos de los D2.

El desarrollo de nuevos antipsicóticos ha abierto nuevas perspectivas en el tratamiento por su capacidad para actuar sobre síntomas negativos, cognitivos y afectivos.

El futuro:El rápido desarrollo de la instrumentación, junto con la mayor disponibilidad de radiofármacos, cada vez más específicos, permitirá comprender mejor la acción de los diferentes antipsicóticos sobre los diferentes receptores cerebrales y como consecuencia de ello una monitorización del tratamiento farmacológico así como el desarrollo de nuevos antipsicóticos.

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